martes, 29 de junio de 2010

Sistema integumentario



El sistema integumentario o tegumento , es con frecuencia el sistema orgánico más extenso de un animal ya que lo recubre por completo, tanto externamente, como numerosas cavidades internas. Su función es la de separar, proteger e informar al animal del medio que le rodea; en ocasiones actúa también como exoesqueleto. Está formado por la piel y las faneras.

Características generales

De manera general, el tegumento está formado por tres elementos; de dentro a fuera:

  • Lámina basal. También denominada membrana basal, es la capa más profunda del tegumento; está compuesta por tejido conjuntivo y sobre ella descansan las células epiteliales.
  • Epidermis. Es la capa intermedia; es continua y está formada por una o varios estratos de células epiteliales, que descansan sobre la lámina basal y, eventualmente, segrega una tercera capa más externa, la cutícula. En muchos animales no existe cutícula, y la epidermis contacta directamente con el medio externo; así, los platelmintos de vida libre (turbelarios), tienen una epidermis recubierta de cilios vibrátiles (epitelio ciliado) y los vertebrados amniotas (reptiles, aves y mamíferos) tienen los estratos más exteriores
  • queratinizados.
  • Cutícula. No está presente en todos los animales. Cuando existe, es la capa más exterior y es secretada por células de la epidermis. Tienen cutícula los platelmintos parásitos, los anélidos, los pseudocelomados (nematodos, rotíferos, etc.) y los artrópodos, entre otros. En estos últimos alcanza una complejidad y un grosor considerables y sirve de anclaje a los músculos, por lo que hace las funciones de esqueleto externo (exoesqueleto).

Funciones

El tegumento tiene distintas funciones, más o menos marcadas según la especie de que se trate

  • Barrera de protección frente el medio externo, es la primera barrera inmunológica.
  • Interviene en evitar la desecación. En esto están relacionados los cambios de muda y pelamen. Cambia el grosor entre invierno y verano.
  • Motilidad: permite el movimiento, como en algunas larvas de invertebrados, que disponen de bandas de cilios y pueden moverse en el agua.
  • Mimetismo: permite camuflarse, como en el caso del insecto palo.
  • Nutrición: importante en parásitos, como trematodos y cestodos, los cuales absorben nutrientes a través del tegumento.
  • Respiración: la respiración cutánea se da en los anfibios; en el caso de los parásitos anteriormente citados la absorción de nutrientes incluye oxígeno.
  • Excreción: es el caso del sudor, una orina muy diluida que además de eliminar sustancias nocivas también permite reducir la temperatura corporal.
  • Papel diagnóstico: observando su aspecto se pueden detectar enfermedades, tanto propias de la piel (lepra, sarna, etc) como de otras partes del cuerpo (ver sección Dermatología). Además, es un indicador de la edad del individuo.
  • Importancia en el cortejo: mediante la coloración del tegumento, y de sus faneras (como plumas y pelo) se reconocen individuos del sexo opuesto mediante dimorfismo sexual. También sirven para la exclusión de individuos de otras especies distintas en algunos casos.


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